Las tecnologías
eye-tracking consisten en un proceso para evaluar, bien el punto donde se fija
la mirada, o bien el movimiento del ojo en relación con un estímulo. Este
proceso es utilizado para la investigación en diversos campos: visual,
psicología, lingüística, marketing y publicidad (para el diseño de productos) y
otros.
Existen diversos sistemas
para determinar el movimiento de los ojos. La extensa mayoría de diseños
actuales consisten en seguidores de ojos basados en vídeos. Una cámara enfoca
los ojos (o al menos uno de ellos) y graba sus movimientos, mientras el sujeto mira
una serie de estímulos. Los seguidores
de movimiento ocular más
modernos emplean el contraste para localizar el centro de la pupila y crear un
reflejo de la córnea a través de una luz infrarroja que se refleja en los ojos
y es captada por la cámara de video (u otro sensor óptico). La información
recogida se analiza para extraer los movimientos oculares y los cambios en esos
reflejos.
Para poder interpretar la
información que recogen los diferentes tipos de seguidores
movimiento ocular o eyetrackers,
existen una serie de programas que crean animaciones y representaciones con la
finalidad de resumir gráficamente el comportamiento visual del sujeto.
El examen oculomotor para detectar
el engaño (EODE) es una técnica relativamente reciente iniciada gracias a las
mejoras alcanzadas en estas tecnologías. Los investigadores de la Universidad de Utah han sido los primeros en desarrollar y
evaluar el software y los métodos necesarios para aplicar este nuevo método de
análisis.
La aplicación de esta
tecnología al campo de la detección del engaño ha sido fruto del trabajo que,
durante años, han desarrollado principalmente John Kircher y David Raskin, expertos
poligrafistas a los que se les atribuye la invención del polígrafo computarizado.
Aunque la propia Universidad de Utah incluye como autores del
nuevo método de rastreo ocular para la detección del engaño, a los psicólogos John Kircher, Doug Hacker, Anne
Cook, Dan Woltz y David Raskin.
Múltiples investigaciones
habían determinado que mentir requiere más esfuerzo cognitivo que decir la
verdad, así que estos investigadores comenzaron a buscar señales que delatasen
cuándo el cerebro de un sujeto estaba trabajando por encima de lo que sería
normal si dijera la verdad. Así llegaron a hipotetizar que una persona que está
mintiendo podría tener las pupilas un poco más dilatadas de lo normal y
requerir más tiempo para leer y responder a las preguntas.
La comercialización de tal
tecnología no tardó mucho en llegar, dado que la licencia de fabricación
fue concedida en su día a la compañía CAT (Credibility Assessment
Technologies), empresa dirigida por Donald Sanborn y Gerald Sanders. En 2009 la
compañía cambió su nombre a Converus Inc. El nombre, que procede de las palabras latinas “con” y “verus”, podría
traducirse como “con la verdad”. Converus es la primera compañía en crear un
producto para detectar el engaño basado en un exámen oculomotor. Dicho producto
ha sido bautizado como “EyeDetect”.
Como dato curioso, en
marzo de 2014, Midas España probó
dicha tecnología para demostrar la honestidad de sus empleados y de su marca.
Según información facilitada por Converus,
la marca pasó de ser la cuarta en el mercado a ser la primera.
El siguiente video es una
muestra de la campaña publicitaria que en su día diseñó Midas por este motivo.
Si quieres saber más sobre el EyeDetect accede a la correspondiente entrada de este blog.
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