miércoles, 12 de julio de 2017

PROTOCOLOS DE PREGUNTAS EN DETECCIÓN DEL ENGAÑO

Con el fin de mejorar los niveles de precisión de muchas de las pruebas que se describen este blog, se han ido ideando distintos procedimientos para su aplicación, así como distintos protocolos de preguntas. Los protocolos de preguntas a emplear son muy diversos y con diferentes variantes, por lo que tan solo haremos una breve descripción de los tres procedimientos más conocidos: la Prueba de la Pregunta Relevante-Irrelevante, la Prueba de Preguntas de Control y la Prueba de Conocimiento Culpable.

La Prueba Relevante-Irrelevante ó RIT (Relevant-Irrelevant Test)
Uno de los protocolos poligráficos de preguntas más antiguos es la Técnica Relevante-Irrelevante (RIT), desarrollada por Larson (1932), basándose en la investigación de Marston (1917) Esta técnica consiste en realizar dos tipos de preguntas diferentes: preguntas relevantes sobre el delito y preguntas irrelevantes. Las preguntas relevantes están relacionadas con el delito investigado. Así por ejemplo, una posible pregunta relevante tras el robo de un valioso informe podría ser "¿robaste anoche del despacho de tu jefe el informe del caso Vistalegre?". Ante dicha pregunta todos los examinados, tanto inocentes como culpables, responderán que "no", ya que lo contrario supondría admitir que han cometido el delito. Por su parte, las preguntas irrelevantes no tienen nada que ver con el delito y el examinador sabe con certeza que el examinado (inocente o culpable) dirá la verdad cuando responda a las mismas. 
La base teórica de la RIT es que las respuestas fisiológicas más amplias se producirán ante las preguntas relevantes y que la mayor amplitud de tales respuestas es debida a la ansiedad a la detección (Raskin & Honts, 2002) Esas respuestas de mayor activación fisiológica ante las preguntas relevantes, frente a las irrelevantes, son  interpretadas como signos de la mentira.

La prueba de pregunta control ó CQT (Control-Comparison Question Test)
Para la Prueba de Pregunta Control (CQT), también denominada Prueba de Pregunta de Comparación, se elaboran tres tipos de preguntas diferentes: relevantes, irrelevantes y de control. Esta prueba se basa en la comparación de las respuestas a las preguntas relevantes con las respuestas a las preguntas de control (Elaad, 2003).
Como en la RIT, las preguntas relevantes son preguntas específicas sobre el delito y las irrelevantes las que nada tienen que ver con el delito. Por su parte, las preguntas de control son de naturaleza general, abarcan largos periodos de tiempo y no se refieren al delito motivo de la investigación. Dichas peguntas tienen por finalidad activar fisiológicamente a los examinados (culpables e inocentes) mediante preguntas cuyo respuesta afirmativa avergonzaría a cualquiera.
La base teórica de la CQT se basa en la premisa de que al sujeto inocente las preguntas control le generarán reacciones fisiológicas más fuertes que las preguntas relevantes, mientras que al  sospechoso culpable serán las preguntas relevantes las que le susciten mayor activación fisiológica (excitación).
Una variante de la CQT es la Prueba de la Mentira Dirigida o DLT (Directed-Lie Test), en la que al sujeto se le pide que mienta (conteste “no”) ante las preguntas control, aunque sus respuestas sinceras fueran afirmativas (fueran  verdad).

La prueba del Test de conocimiento culpable o GKT (Guilty Knowledge Test)
La finalidad de esta prueba, también conocida como Test de Información Oculta o CIT (Concealed Information Test), es evaluar si los examinados poseen conocimiento sobre un delito particular que no quieren revelar (Ben-Shakhar, Bar-Hillel, & Kremnitzer, 2002; Ben-Shakhar & Elaad, 2003).
Esta prueba que no pretende evaluar si el sujeto es sincero o miente, sino si posee conocimiento de los detalles concretos de un suceso que sólo pueden ser conocidos por la persona o personas implicadas en dicho suceso, por lo tanto, esta prueba supone una evaluación indirecta de la culpabilidad.
El formato de protocolo se basa en formular una serie de preguntas con cinco o seis alternativas de respuesta, incluyendo una alternativa relevante (respuesta correcta) ordenada al azar y cuatro o cinco no relevantes. Para reducir las posibilidades de que el sujeto conteste por azar a la respuesta correcta, se establece que el número mínimo de preguntas debe ser de al menos tres.
La base teórica en la que se apoya fundamentalmente esta prueba es en el conocido reflejo de orientación (Paulov, 1927; Sokolov, 1963). El reflejo de orientación conlleva cambios fisiológicos que pueden ser detectados por herramientas como el polígrafo; en concreto, un aumento de la actividad electrodermal, disminución de la tasa cardiaca y respiración profunda y lenta. En el caso de la Prueba de la onda P300, dicho reflejo conlleva la aparición de la misma. El sujeto con conocimiento culpable presentará en su respuesta electrodermal unos trazos más largos ante las respuestas verdaderas (o la aparición de la onda P300, en el caso de utilizar un EEG). Por contra, los inocentes no lo harán.

Trabajos citados

Ben-Shakhar, G., & Elaad, E. (2003). The validity of psychophysiological detection of information with the guilty knowledge test: A meta-analytic review. Journal of Applied Psychology, 88, 131–151.

Ben-Shakhar, G., Bar-Hillel, M., & Kremnitzer, M. (2002). Trial by polygraph: Reconsidering the use of the Guilty Knowledge Technique in court. Law and Human Behaviour, 26, 527-541.

Elaad, E. (2003). Is the inference rule of the control question polygraph technique plausible? Psychology, Crime and Law, 9, 37-47.

Larson, J. A. (1932). Lying and its detection: A study of deception and deception tests. Chicago, IL: University of Chicago Press.

Marston, W. A. (1917). Systolic blood pressure symptoms of deception. Journal of Experimental Psychology, 2, 117–163.

Paulov, I. P. (1927). Condition reflex. Oxford, England: Clarendon Press.

Raskin, D. C., & Honts, C. R. (2002). The comparison question test. En M. Kleiner (Ed.), Handbook of polygraph testing (págs. 1–47). San Diego, CA: Academic Press.

Sokolov, A. N. (1963). Perception and the conditioned reflex. Oxford, England: Pergamon Press.


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